Paleontólogos estadounidenses y canadienses han publicado en la PLoS ONE un artículo interesante y controvertido. Según sus recientes estudios, el Tyrannosaurus Rex podría haber practicado el canibalismo.
Aún no tienen claro (ni lo tendrán) por qué lo hacía, pero parece ser que el gran saurio se alimentaba de otros de su misma especie ocasionalmente. La base de dicha hipótesis son las frecuentes mordeduras que tienen los huesos de Tyrannosaurus. Según estos científicos, las muescas de dientes deberían ser las de otros T-Rex, puesto que no hay ningún animal de la misma época que pudiera hacerlo. Uno de los expertos, afirma que "los carnívoros actuales se comportan así todo el tiempo. Era una manera de acabar con la competencia y obtener comida al mismo tiempo".
Para colmo, se ha comprobado que algunas de las mordeduras se efectuaron después de la muerte del animal, lo que implicaría que el Tyrannosaurus era, efectivamente, carroñero. Otros paleontólogos apuntan a que el Rex pudo haber devorado parte de la víctima al matarla y volver después para dar cuenta del resto.
Esta noticia no es la única que ha conmovido los cimientos de la paleontología tradicional recientemente. Hace unos días leíamos que los dinosaurios podrían haber sido más altos, debido a los cartílagos de sus articulaciones. Esperemos que la fascinante imagen que tenemos de los Lagartos Terribles no se vea desfigurada por completo con estas novedosas y controvertidas teorías.
Fuente: elmundo.es
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